Tales, de Mileto
Se puede precisar la época en que vivió Tales de Mileto porque sabemos que predijo un eclipse de sol en el año 585 AC, eclipse, que oscureció una parte del Próximo Oriente y Egipto. Esto es lo que hace que hoy se acepte la antigua cronología de Apolodoro que sitúa a Tales de Mileto en los años 624-546 antes de Cristo.
En cuanto a su nacionalidad, la tradición nos cuenta que Tales era un milesio de ascendencia fenicia. Esta ascendencia tuvo una amplia resonancia sobre todo para apoyar la, muy cuestionable, teoría generalizada de los orígenes orientales de la filosofía y de la ciencia griegas (Herodoto). Además, el hecho de que Tales atrajera la atención de los milesios sobre la utilidad de la Osa menor en cuestiones de navegación, de la que anteriormente se habían servido los fenicios, debió robustecer, aún más, esta observación de Herodoto. Lo cierto, sin embargo, parece ser que Tales era tan griego como los otros milesios.
Las actividades de tipo práctico parece que fueron una de las características de los pensadores milesios. En el caso de Tales la tradición le atribuye actividades de estadista y de ingeniero.
Existe también una tradición que nos habla de su visita a Egipto. De todos modos todo esto hay que situarlo en relación con la costumbre de la tradición de atribuir a los sabios griegos visitas a Egipto, ya que se consideraba a este país como la fuente de la ciencia griega. En este caso, es muy posible que Tales estuviera en Egipto (su descripción sobre los vientos etesios hace que muchos piensen que realmente estuvo allí) y que su idea, de que la tierra flota sobre el agua, la tomara de las cosmogonías mitológicas griegas.
Existen también una serie de anécdotas sobre Tales como filósofo típico. Es muy posible que ninguna de estas historias sea estrictamente histórica aunque si demuestran que, para la tradición, Tales se había convertido en un representante del filósofo típico.
En cuanto a su predicción del eclipse,y otras actividades astronómicas, es muy probable que su predicción se debiera al acceso a los registros astronómicos de los babilonios. Se sabe que los sacerdotes babilonios habían hecho, al menos desde el año 721 AC, observaciones de los eclipses de sol, tanto parciales como totales. Por todo ello es muy probable que en el siglo VI existiera un ciclo de solsticios lo que podían permitir predecir eclipses de sol en determinados puntos. De todos modos, muchos piensan que, ni siquiera teniendo acceso a estos datos, podría predecirse con detalle tal hecho. Los mismos sacerdotes babilonios, cuando los datos indicaban la posibilidad de un eclipse, enviaban sacerdotes a diferentes lugares del imperio y, la mayoría de las veces, solía suceder que el fenómeno esperado no era visible. Todo ello lleva a pensar a muchos que Tales únicamente estableció que era probable que ocurriera un eclipse en un determinado año, siendo una pura casualidad el hecho de que aconteciera ese año y en medio de una batalla, lo cual le convirtió en una celebridad de la época. Fue también celebre por ser el inventor del famoso teorema, que lleva su nombre.
Por lo que se refiere a sus escritos, es imposible saber los títulos y el número de escritos que realizó. En la Biblioteca alejandrina no había ninguna obra suya si se exceptúa la dudosa Astrología naútica, la cual, según Diógenes Laercio, pertenecía a Foco el Samio. Aristóteles no vió ningún libro escrito por Tales, al menos, sobre temas cosmológicos. En fín, parece que ya, en aquella época, la confusión sobre las obras de Tales era ya total. Esto hace que, muy posiblemente, no se sepa nunca si Tales escribió alguna obra y con que título.
Ahora bien, por lo que Tales es considerado como el iniciador de la filosofía no es por lo que estamos viendo. Es cierto que, en esta época, no tiene sentido diferenciar entre el Tales filósofo y el Tales científico, ya que aún no se había diferenciado claramente la ciencia de la filosofía. Esto hace que debamos hablar de Tales como un filósofo de la naturaleza, en donde física y filosofía forman parte del mismo pensar.
Como filósofo de la naturaleza, Tales de Mileto, decía que la tierra flota sobre el agua y que, ésta es, en cierto modo, el principio de todas las cosas. El comentario que podría hacerse ante tal afirmación es el siguiente:
1. El agua es el principio (arjé) de todas las cosas. El agua,
como arjé, implica que ésta es el constitutivo material originario que persiste
como substrato permanente (esencia)
de todas las cosas, ya que éstas son cambiantes, es decir, constituyen lo
accidental. Eso quiere decir que, cuando las cosas cambian y perecen, no todo
desaparece, sino que sigue permaneciendo la esencia de las mismas que, en este
caso, Tales, identifica con el agua.
2. Esta idea es una novedad frente a todo el pensamiento pre filosófico
anterior. No se puede olvidar que el Océano de Homero era únicamente la fuente
de las aguas dulces y
saladas pero no existe ningún
dato objetivo que nos permita concluir su origen cosmológico. Por su parte, el Caos de Hesíodo únicamente separa el cielo y la tierra. A partir de ahí,
todo lo que sigue es pura mitología. Pues bien, cuando Tales habla del agua, (lo de menos es el
nombre), como principio, no está señalando únicamente que todo
procede del agua sino que tal principio continua subsistiendo a pesar de los cambios, es decir, que
existe una causa 1ª de todo lo real. Es evidente que ésta
es una idea completamente nueva y eminentemente filosófica ya que, con tal
idea, se está produciendo una elevación de lo meramente sensitivo a lo puramente conceptual.
3. Ahora bien, no
se puede olvidar que toda la interpretación anterior tiene su base en un texto de Aristóteles. Ello
lleva a muchos a plantear lo siguiente: ¿quería decir Tales de Mileto lo que
Aristóteles nos dice que decía? Muchos piensan que es posible que Tales únicamente sostuviera que el mundo se
originó en una indefinida extensión de agua primigenia y que, tal agua, es la
causa de ciertos fenómenos naturales. Pero ello no implica que Tales pensara
que todas las cosas estuvieran constituidas de agua como su principio esencial. Sea lo que sea, lo
que si parece evidente es que con Tales se inicia en la historia humana una
nueva forma de enfrentarse con la naturaleza: observación y estudio detallado de aquella, a
partir de uno mismo, y al margen de libros sagrados. Pero lo que no tiene
sentido es obligarle a Tales a llegar a descubrimientos naturales que llevará
siglos hacer. Con Tales únicamente se está iniciando el camino de la filosofía
y de la ciencia.
4. La afirmación de
que la tierra flota sobre el
agua es una idea que muy
posiblemente Tales de Mileto tomó de las mitologías
orientales. En Egipto se
consideraba a la tierra bajo la forma de un plato plano y con bordes en sus
extremos. La tierra, a su vez, descansaba sobre el agua que llenaba también el
cielo. A su vez el sol, navegaba de día en una nave a lo largo del cielo y bajo
tierra durante la noche (no en torno ella como sucede de Homero). Por su parte,
en la épica babilónica, al principio, todo era mar. Más
adelante, Marduk, construyó una balsa sobre la superficie de las aguas y sobre
ellas una choza de cañas que acabó por convertirse en tierra. A su vez, en la épica judía (salmos) se nos dice que Javhé extendió
la tierra sobre las aguas y que la fundó sobre los mares. En el Génesis, se habla del mar abisal que yace abajo. Pues
bien, es muy posible que Tales tomara de aquí su idea de que la tierra flota sobre el agua ya que tal idea no se
encuentra presente en la mitología griega (recuérdese que, en Homero, Océano
circunda la tierra pero no está debajo de ella).
Tales
de Mileto, fundador de la filosofía natural, encuentra, por tanto, el origen de la cosas en una materia visible (causa material). Ahora bien,
el concepto de materia, que tenía Tales,
no coincide con la idea que nosotros tenemos de la misma (algo inanimado). Para
Tales, incluso los seres aparentemente inanimados tenían realmente vida. En
este contexto es en donde debería situarse su afirmación de que todas las cosas están llenas de
dioses. La interpretación de esta expresión es la siguiente:
1. Algunos
interpretan que con esta expresión, Tales de Mileto, estaría diciendo que las
cosas naturales tendrían las mismas características de los dioses (infinitas,
eternas, etc). No parece ser esto lo que quería decir Tales.
2. Dado que la
naturaleza tiene poder de cambiar y de transformarse, aún no siendo algo
humano, es muy posible que en ella resida la vida, es decir, la naturaleza es
realmente un ser vivo que tiene alma.
En este sentido la materia tendría vida (hilozoismo), y, por ello, Tales la
considera como algo divino.
3. Es muy posible
que Tales llegara a estas conclusiones a través de la observación empírica llevada a cabo con la piedra
magnética (imanes) y el ámbar. Ello le llevaría a deducir que incluso las
cosas, aparentemente inanimadas, parecían tener vida.
4. En definitiva,
Tales, pensaba que las cosas
estaban llenas de dioses porque
creía que tales cosas estaban penetradas de vida, es decir, tenían alma. Por
ello su punto de vista implicaba que la esfera del alma o vida era mucho mayor
de lo que parecía y, dado que todos los físicos de esta época, admitían que el
mundo estaba de algún modo vivo, es decir, que experimentaba cambios y
transformaciones, lo lógico era postular que esta era la única causa (material) que explicaba los cambios
dentro de la naturaleza.